sábado, 1 de agosto de 2009

El recado

Tengo que hacer un recado.

Es un recado importante, muy importante, diría incluso decisivo. Llevo días queriendo hacer un recado, un recado insoslayable, podría muy bien llamarlo El Recado.

Evidentemente, tengo otros recados que hacer. Pero no puedo dedicarme a ellos hasta concluir El Recado. Debería hacer La Declaración de la Renta. Pero no antes de hacer El Recado. Debería Llamar a Mi Madre, pero qué le voy a decir si aún no he hecho El Recado. Debería hacer el Amor Con Marisa, un par de veces al menos, pero no podría concentrarme sin haber hecho El Recado. Hace días que no como nada, pero no hay tiempo que perder, debo hacer cuanto antes El Recado.

No me queda otra salida. Tengo que posponer la Declaración de la Renta, posponer la Llamada a Mi Madre, posponer el Amor Hecho y Derecho, posponer la Alimentación, posponer el Pis y la Caca, posponer el Placer, posponer el Dolor, posponer la Respiración, posponer la Vida. Pero no puedo posponer nada antes de tener hecho El Recado. Ni siquiera puedo posponer la Posposición hasta ese momento.

sábado, 23 de mayo de 2009

Mochilo

Somos blancos, somos verdes, somos negros y amarillos. Somos todos diferentes y estamos muy unidos.

miércoles, 22 de abril de 2009

9,73

2 Especiales
1 Ensaladilla

Querida Babosa:
Te escribo desde lo alto de esta esquizofrenia llamada Torrespaña en la que me encuentro por motivos argumentales ajenos a mi voluntad. A nuestra voluntad, sin duda, querida babosa. ¿O tal vez debería decir queridas babosas? Me consta que hay más de una. He consultado en Internet, e indagado en el horóscopo judío. Sé que por lo menos hay otra querida babosa que no eres tú, pero que está ahí, a tu lado en este momento de ensaladillas y huevos. Los mormones me asedian, tengo que dejarlo por el momento y huir.

Querido Especial,
2 ensaladillas me consternan en tu esquizofrenia:
La primera, en lo más alto del pirulí, se deshace en llanto y enfermedad y reclama un huevo cocido. 
La segunda, paseada infinitamente por la babosa que no soy yo y que, como bien apuntas en tu misiva, existe, tampoco tiene huevo.
La vinagreta nunca fue más asquerosa.
Definitivamente sólo nos queda huir.

¡Somos los mormones!
Y estamos requetebién. Qué ricos son los mormones, rellenos de cacahué.